Posted On February 19, 2019 By In Noticias y Articulos And 923 Views

No más violencia: Una solicitud desde la esperanza

Durante estos últimos días hemos estado escuchando y mirando desde la lejanía las situaciones de terrorismo y atentado que han marcado de nuevo a nuestro país, la semana pasada fueron vulnerados los jóvenes policías, meses anteriores hemos escuchado que los líderes sociales han sido callados por apostarle a la justicia y liderar, pero también somos s conscientes de los atropellos que han vivido nuestros campesinos, mujeres, hombres y niños y frente a esta realidad que jamás he vivido, ni he sido víctima directa de alguna situación que genere violencias de este tipo tan hostil. Sin embargo el país en donde vivo y llamo mi hogar, si lo es, sumado a una cantidad de violencia, tragedias y atrocidades dentro de él.

Cada año, personas inocentes mueren en manos de terroristas, aquellos con una carencia absoluta de patriotismo y humanidad, aquellos seres se olvidan de su propia comunidad, sometiéndola a actos completamente egoístas, y señalo específicamente lo ocurrido el pasado viernes 28 de enero del presente año, en donde un carro bomba explotó, acabando con la vida de jóvenes inocentes y a pesar que estamos de luto, quiero hacer una invitación no solo para reflexionar como jóvenes constructores de patria, sino que realmente tomemos posición y actuar más dinámicos y visibles y es que podemos vivir sin armas de agresión, de sana convivencia, de respeto para el otro y por el otro, trabajar en pro de la cultura desde la lectura, el educación y el conocimiento.

Lo anterior pareciera efímero para construir país, pero a mi generación hago esta invitación porque es participar desde otras maneras ya que aparentemente somos lejanos a esas situaciones, pero si llenándonos de un sentido cultural y social y creando humanidad con nuestra mente y nuestras acciones empezamos a tener un sentido social claro.

Mi solicitud desde las palabras, el sentimiento y la emoción tiene nombre propio: esperanza ya que esa sangre derramada por aquellos inocentes y soldados caídos a lo largo de la historia de Colombia, sea un símbolo de patria y compromiso, pero así mismo sea usada para concientizarnos y recapacitar no sobre el país que somos, sino en el que nos convertimos, no en los seres que somos, sino en los HUMANOS que seremos, viviendo en paz y culturizándonos cada día más, porque el estudio, el intelecto y la humanidad deja a las armas sin fuego.

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