Un día a la familia Pérez, le llego una carta de una señora Benson, invitándolos a su casa a cenar para darles la bienvenida a la ciudad.
La familia Pérez estaba conformada por: Juan y Lucia dos niños de 10 años, Sofía una adolescente de 15 años, Claudia la madre de 32 años y Luis el padre de 42 años.
Llego el día de la cena, todos se pusieron su mejor traje, cogieron su carro para ir a la casa de la señora Benson, al salir para ese lugar se encontraron un camino de miedo, arboles negros, lugares oscuros y ruidos extraños, después de una hora se encontraron un campesino que también iba a la casa de la señora Benson, lo recogieron y continuaron hacia su destino después de un tiempo miraron a derecha y vieron un cementerio, sintieron mucho escalofrío, porque a pocos metros quedaba la casa de la Señora Benson, eso era lo que ellos creían, 10 minutos después vieron una sombra entre los árboles, se fueron acercando al castillo, parquearon el carro, se bajaron del carro con mucho miedo, no sabían si continuar o regresar nuevamente a su hogar, golpearon la puerta, y les abrió un hombre bastante extraño que en realidad era un vampiro el cual llamo a la Señora Benson.
Los hicieron seguir, aunque el temor no los dejaba, se sentaron a cenar era pasta y jugo de fresa, al terminar la cena se escucharon muchos ruidos, las puertas se abrían, los perros ladraban y se sentía mucho frio, la oscuridad invadía la casa, la familia Pérez en medio del susto, tomaron sus manos y se pusieron a orar y de pronto una luz resplandeciente cambio el panorama, se veía alrededor del castillo flores de mil colores, el sol resplandeció y la casa iluminada quedo.
Desde ese día la Señora Benson sintió tener amigos para toda la vida fin.